La casa de estudios, con la colaboración de Gasco, realizó pruebas de laboratorio que establecieron la ventaja de usar gas propano en plataformas marítimas ya que caso de derrame accidental resulta menos contaminante que otros combustibles.
El Instituto de Ciencias Químicas, perteneciente a la Facultad de Ciencias de la Universidad Austral de Chile de Valdivia, con la colaboración de Gasco, realizó un estudio que fue publicado en la revista “Environmental Pollution”, que contiene la primera evidencia científica del comportamiento y el potencial impacto ambiental de un derrame accidental de propano en el mar y su comparación con un derrame de diésel.
La investigación, liderada por el académico y químico ambiental, Dr. Claudio Bravo evaluó el impacto de la temperatura y la salinidad del agua en la saturación y posterior liberación de propano bajo experimentos controlados de laboratorio, donde se pudo demostrar que el gas desaparece y migra hacia la atmósfera en no más de dos días, y donde los efectos toxicológicos son muy bajos y al inicio de la liberación, por lo que no tienen un efecto residual como sí lo tiene un derrame de petróleo crudo o sus derivados (diésel).
“Este estudio surgió ante la inquietud de Gasco por la posibilidad de hacer innovaciones en los sistemas de energía de las faenas de la acuicultura, específicamente en los pontones, para reemplazar el petróleo diésel por gas propano, por lo que hicimos la indagatoria a escala de laboratorio y allí se pudo de alguna forma evaluar los posibles impactos y las ventajas que tendría sobre el diésel” señaló el académico Dr. Claudio Bravo.
La investigación también evaluó el impacto en el desplazamiento de oxígeno disuelto y la embriotoxicidad de la fracción disuelta mediante el ensayo de toxicidad en embriones de pez cebra, donde los resultados mostraron que el oxígeno disuelto se eliminó rápidamente en los sistemas estudiados. Pero al término del proceso de fuga de gas, en menos de dos días el oxígeno desplazado volvió a valores muy cercano a los iniciales (antes de burbujear gas propano al agua).
Además, se observó que el propano puede generar efectos genotóxicos (mortalidad del 3 al 10%), pero después de dos días el sistema pasa a estar casi libre de propano, por lo que los efectos pueden volverse mucho menores o nulos, situación que demuestra que el propano es menos tóxico que el diésel y que es un reemplazo viable y menos peligroso para el medio ambiente.
“Las empresas acuícolas deberían evaluar seriamente la opción de implementar esta alternativa, dado los resultados obtenidos. Como científicos, nos preocupamos de respaldar que las operaciones que está ofreciendo Gasco tenga una validez científica y de que sea inocuo, y esta investigación ha permitido comprobar dicha teoría” complementó el investigador de la Universidad Austral de Chile.
Gasco se interesó en colaborar con este estudio ya que desde el 2016 está llevando a cabo proyectos de soluciones energéticas en base a gas para las operaciones marinas de la industria salmonera, reemplazando el diésel o gasolina por gas licuado que es principalmente propano, que por su composición y almacenamiento, permite reducir la huella de carbono de procesos marinos y reduce el riesgo de manipulación de combustibles que pueda impactar a las personas, peces y medio marino en general.
Durante el 2020 este segmento de la compañía creció conformando una red de cinco unidades operativas en centros de cultivos de salmones en la Región de Los Lagos y Aysén y se avanzó en la ingeniería básica de pontones de alimentación 100% a gas licuado, construcción de embarcaciones marinas propulsadas por gas licuado.
Este tipo de interacción Universidad-Empresa son las que nuestro país requiere para alcanzar el mejor desarrollo de nuestro país. Sin dudas, en este proceso se encuentra trabajando la facultad de ciencias con su nuevo proyecto “Ciencia para la Innovación 2030, Consorcio Sur-Subantártico, Ci2030”. Donde Gasco es una de las partes que están apoyando esta importante iniciativa, cuyo objetivo principal es el acercamiento Universidad-Empresa y la formación de capital humano (estudiantes, académicos) en este nuevo tipo de interacciones.