+Bióloga, académica del Instituto de Ciencias de la Tierra y directora de la Escuela de Geografía.
En la fotografía: A la izquierda Carolina Sandoval y a la derecha Ana Abarzúa, en el Laboratorio de Paleontología.
Fueron semanas ajetradas, el 13 de marzo del 2019 se dio a conocer a la comunidad científica (en la prestigiosa Scientific Reports) un hallazgo realizado en el sitio paleontológico (y arqueológico) de Pilauco. Tal descubrimiento dice relación a un registro sedimentario que apoya la idea de un impacto de meteorito que habría desencadenado incendios forestales, cambio climático y muy posiblemente las extinciones de megafauna hace 12.800 años.
Como era de esperar, el anuncio desde el Museo Pleistoscénico (ubicado en el Parque Pleistocénico de Chuyaca, Osorno) generó eco en los medios de comunicación, instalando al grupo de estudio, entre ellos a la Dra. Ana Abarzúa en el centro de la atención.
Ya con un poco más de calma y en la comodidad de los estudios de Radio UACh (Valdivia), justamente en la primera edición del programa radial “Materia Expuesta” conversamos con la Dra. Abarzúa acerca de sus motivaciones, contingencia y los cambios que ha afrontado el territorio en varios de los pasajes del tiempo.
Desde el sur hasta hace millones de años
El estar instalada acá en Valdivia te facilita tu investigación ¿Hay sitios cercanos que son clave?
Siento que el estar en Valdivia te abre un mundo fascinante, porque la universidad tiene espacios para la colaboración, yo te decía que aquí en la UACh con Karen (Moreno), Sven (Nielsen) y Mario (Pino); tuvimos la oportunidad de formar el Magíster en Paleontología y ese ha sido un nicho académico exquisito, ha sido un lugar donde hemos encontrado estudiantes muy buenos, actualmente tengo varios estudiantes tesistas de diversa índole que investigan en hojas, en polen o en geomorfología; en insectos -por ejemplo- tengo una estudiante de doctorado que es fantástica y trabaja con fósiles dípteros (orden de insectos con dos alas como los zancudos). Justamente en este espacio -que ha sido la Universidad- a mí personalmente me ha dado herramientas de colaborar y desafiar distintos ámbitos, no solamente de la tradicional palinología, que es estudio el polen en tiempos recientes, sino que el explorar el polen de millones de años atrás, otras historias, otros procesos evolutivos y eso genera colaboración y desafíos. Creo que es lo más lindo de trabajar en una universidad.
¿Cuál sería el objetivo de estudiar el polen o las semillas?
Bueno, el para qué siempre puede ser infinito ¿No? Uno podría decir 19 razones del por qué hacer las cosas o simplemente decir: “bueno, porque me gusta”.
Pero ¿Qué es lo que más te mueve?
A mí lo que me mueve en primer lugar es la curiosidad, conocer parte de nuestra historia, a mí siempre me ha gustado desde la botánica, el entender la historia de los territorios, la historia de las plantas, la historia del clima, cómo ha ido cambiando el planeta, cómo ha ido cambiando la vegetación, etc. Y esas preguntas son las que me motivan a hacer investigación. Ahora, eso se proyecta de distintas maneras una de ellas es con la identidad territorial. Para poner un ejemplo, nosotros al saber cuál es nuestra historia podemos saber o ser parte de este territorio y hacerlo propio. Con Angélica Sandoval estamos trabajando en unos fósiles en el río San Pedro. La ribera tiene fósiles desde que nace en el lago Riñihue hasta más abajo del balseo de San Javier, ya sea fósiles de miles de años hasta fósiles de hoja que tienen 20 o 23 millones de años. Nosotras, estudiando estos fósiles podemos contar la historia del paisaje, contar la historia de las plantas y cómo surge la flora que tenemos hoy día y cómo ésta es consecuencia de la flora que habitaba en ese entonces en este lugar.
Hoy en día tenemos una lucha en respecto al río San Pedro porque tenemos que presentar observaciones al proyecto de dónde quieren construir una represa y yo como paleontóloga voy a proteger este patrimonio y voy a proteger también el río. Por eso estamos buscando todas las formas para proteger ese lugar.
¿Cómo era Valdivia o cómo era el territorio de hace miles o millones de años atrás?
O sea es dinámico, yo no te puedo decir era de esta manera o era de esta forma, porque va cambiando y va cambiando según el periodo del tiempo. Si nosotros pudiésemos tomar el DeLorean de Volver al Futuro y nos fuésemos a 6 mil años atrás en Valdivia, y me baso en la tesis de Rodrigo Osorio que es uno de mis tesistas, donde estamos analizando un pantano en Máfil donde había Mar. O sea, las aguas salinas se adentraban hasta Máfil en esa época ¿Se imaginan? En Máfil tomando el sol en la playa… También existió una playa en el patio del Edificio Nahmias que también estaba cubierto de aguas marinas y eso es otro paisaje. Otra historia sería por ejemplo si nos vamos hace 23.000 años atrás, donde nos encontraríamos con un paisaje completamente glaciar. Y si nos fuéramos a 12.800 años atrás probablemente nos encontraríamos con la nube del meteorito sobre nuestras cabezas.
Respecto de la reciente publicación en la Revista Scientific Reports ¿Cómo concluyen con este importante manuscrito y cómo fue un poco la historia?
Bueno, ha sido uno los trabajos que se ha ido desarrollando en el sitio de Pilauco. Es importante poner en contexto esto porque Pilauco es una caja de Pandora, este sitio paleontológico y también confirmado arqueológico está en Osorno, en río Cachapual 143, en el patio de una casa. Nosotros llevamos alrededor de 11 años trabajando ahí, desde el 2007 más o menos y en todo este tiempo se han estado haciendo investigaciones ya que es un sitio riquísimo, muchas de las plantas y animales que se han encontrado han sido precisamente ahí.
Hay que recalcar que esta confirmación reciente no significa que el meteorito haya caído en Osorno, no sabemos específicamente donde cayó, pero sí, en el sitio de Pilauco hay distintos indicadores, ya sean paleontológicos, sedimentológicos o geoquímicos que hay un nivel discordante que presenta material extraterrestre. Esto significa que bajo de esta capa que presenta material extraterrestre tenemos muchos registros paleontológicos, tenemos diversos tipos de animales, diversas especies de plantas y presencia de humanos que habrían habitado la zona y usado los recursos. Posterior a esta capa o por encima de esta capa que data de aproximadamente hace 12.800 años desaparecen todo este tipo de evidencia, desaparece la fauna, las plantas y lo único que queda es una capa de carbón de incendio, son pedacitos pequeños de carbón que vemos al microscopio y con ello podemos saber que ahí hubo un incendio muy grande y que justamente hizo que el cerro que está al lado del sitio se derrumbara y taponeara todo el lugar.
Además, hay valores muy altos de titanio y en estas partículas pequeñas de carbón encontramos unas pelotitas que no sabíamos que era… Posteriormente descubrimos que son esférulas que en el paper están descritas de 4 tipos, y uno de esos tipos son asociadas a impacto de meteorito o extraterrestre.
Esta zona de impacto ¿Debería estar en las cercanías?
Si tiene que ser cerca, estaríamos hablando de kilómetros y no muy lejos. Lo que pasa es que la costa de Osorno y la costa de Valdivia son sumamente densas en vegetación y se hace bastante difícil encontrar un cráter en medio de la selva.
¿Qué es lo que depara al sitio de Pilauco, que es lo que van a realizar en el corto plazo?
Bueno actualmente Mario Pino está a cargo de la investigación de Pilauco, él tiene un financiamiento de la Municipalidad de Osorno, lo cual es emblemático a nivel Latinoamericano -yo creo-, es difícil pensar en que una municipalidad financie investigaciones del estilo de las que las financia Fondecyt. Eso es un hecho súper importante y el mérito es exclusivo de la Municipalidad de Osorno, lo que me hace sentir bastante orgullosa también. A Pilauco aún le queda mucho por entregar, para seguir excavando y ojalá encontrar los huesos humanos que tanto quiere encontrar Mario (Pino).
Para finalizar Anita ¿Qué es lo que sigue para ti?
De las cosas que vienen, estoy trabajando dentro de este mes en la defensa del río San Pedro, varias publicaciones que tienen que salir pronto, también se vienen finalizaciones de varias tesis de mis estudiantes de magíster y doctorado. Lo otro que me tiene bien atareada pero contenta es la Escuela de Geografía de la cual soy directora, donde son como 220 hijos más (ríe)
Palinóloga en persona
Es cierto que las presentaciones de académicos siempre están acompañadas de extensos títulos y conceptos que en general –por ser tan representativos de una especialidad- son un tanto agenos a la comunidad. Es por esta razón que hemos pedido a Ana Abarzúa que se autodefina bajo términos un poco más comunes.
Si pudieses definirte entre ñoño, freak, nerd o computín ¿Cuál escogerías?
Yo creo que tengo un poco de todas, pero como soy científica chilena, nacida, criada y formada en este país, voy a decir que soy ñoña, porque es un concepto nacional. Además, muy orgullosa de haberme formado como científica en este país y por eso elijo noña.
¿Desde pequeña? ¿cuáles son las características que te hacen definirte como ñoña?
Yo creo que el espíritu científico se cultiva desde la infancia, yo creo que todos llevamos un espíritu científico cuando niños y todos estamos llenos de preguntas en esa etapa de la vida. Yo creo que soy ñoña desde niña, desde muy chica que amé siempre la naturaleza, las plantas, los animales y poco a poco se fue forjando este espíritu “ñoño”…
¿Cuál fue el punto de inflexión donde tú realmente decides hacer carrera científica?
Yo creo que debería contarles un poquito de mi historia para que entiendan más, porque fue un proceso gradual. Yo vengo desde un pueblo pequeño que se llama Villa Alegre, Región del Maule. Este pueblito fue cuna de uno de mis inspiradores, Abate Molina, quien fue un jesuita naturalista, geógrafo y que justamente escribió sobre la historia natural de Chile. Yo de niña iba la casa de Abate, él estaba enterrado en la iglesia y justamente fue para mí una inspiración desde muy chica. La hermana de mi madre, la “tía cuca” tiene un amor impresionante por las plantas y me enseñó de botánica y un poco de lo que soy hoy en día se lo debo a ella. Además, era bibliotecaria en la Católica y eso cultivó en mí un amor por la lectura, por la historia y por la obsesión científica.
Entonces hoy día ¿A qué te dedicas o cuál es tu línea de investigación?
Mi línea de investigación son las plantas, me gustan las plantas de todo tipo, me gustan las plantas actuales, las amo y sobre todo trabajo con plantas fósiles, ese es como mi tema particular de investigación. Soy palinóloga, y la palinología es la disciplina de la botánica que se dedica al estudio del polen y las esporas de las plantas. Yo particularmente estudio el polen de las plantas a lo largo de la historia y poco a poco me he ido metiendo en el estudio de las plantas en sí mismas, las plantas fósiles, las hojas, semillas o madera que se preservan en el tiempo.
¿Hace cuánto estas instalada ya en Valdivia?
Acá estoy hace más o menos 15 años. Me vine a hacer mi doctorado en Ciencias Forestales en la UACh. He estado trabajando y estudiando afuera. Desde el 2002, o por ahí, que soy académica de la UACh, donde posteriormente formamos con Karen Moreno el Magíster en Paleontología y actualmente soy la Directora de la carrera de Geografía.
¿Qué se hace si encontramos un fósil?
En primer lugar no hay que sacarlo, luego lo que corresponde es avisar a la PDI, en específico a la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medio Ambiente y el Patrimonio Cultural (BIDEMA) en Valdivia que son personas excelentes que conocen bien sobre los fósiles y también pueden avisar a carabineros o a la Universidad.
¿Qué se hace si encontramos un fósil?
En primer lugar no hay que sacarlo, luego lo que corresponde es avisar a la PDI, en específico a la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medio Ambiente y el Patrimonio Cultural (BIDEMA) en Valdivia que son personas excelentes que conocen bien sobre los fósiles y también pueden avisar a carabineros o a la Universidad.
Esta entrevista fue realizada en el marco de la edición nº1 del programa Radio “Materia Expuesta” (Martes desde las 12:00 pm en Radio UACh) y ha sido editada para la web. La entrevista original puede ser escuchada aquí: