Facultad de Ciencias

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Químicos Farmacéuticos buscan validar sus especialidades

Reunión Conacef 2

+El académico del Instituto de Farmacia, Dr. Guido Ruiz participa en discusión acerca de incluir especialidades del área al sistema de salud chileno.

En un escenario de inminente modificación del Decreto Nº 8 de 2013 del Ministerio de Salud, el cual regula las especialidades de profesiones de la salud en nuestro sistema, y que incluiría las especialidades  farmacéuticas, el profesor de la UACh, Guido Ruiz -quien además oficia como vicepresidente en la Corporación Autónoma de Certificación de Especialidades Farmacéuticas (CONACEF)-, ha tomado parte en la discusión junto a un equipo de trabajo que está preparando las pautas para hacerse cargo de estas validaciones profesionales.

Este trabajo se hace a razón de que el sistema de salud chileno sólo reconoce especialidades médicas y, recientemente, las odontológicas. En el caso particular del área farmacéutica sólo se ha podido avanzar  gracias al trabajo de validación de entes como CONACEF.

“Lo que nosotros queremos es lograr la formalización en cuanto a reconocimiento y formación universitaria de las especialidades farmacéuticas en Chile, porque es un anhelo de larga data, las especialidades farmacéuticas ya en los años 60 fueron mencionadas en la ley chilena como una necesidad y finalmente por diversas razones, porque no hubo un impulso del gobierno central, no se logró formalizar este grupo de especialidades; de modo tal que se pueda optar a ello en la formación universitaria y a la vez haya un reconocimiento ministerial que permita el llamado a concurso de especialistas farmacéuticos y además el reconocimiento después de la reforma de salud de las acciones de los farmacéuticos especialistas como prestadores individuales de salud, esa es la problemática que estamos enfrentando en este momento”, señaló Guido Ruiz, profesor del Instituto de Farmacia de la UACh.

Junto con ello, el académico puntualiza que las especialidades por las que está luchando en primera instancia son: Farmacia Comunitaria/Salud Familiar; Salud Pública; Laboratorio Clínico y Toxicológico; Laboratorio Forense; Farmacia Hospitalaria; y Farmacia Clínica.

Las expectativas son que el decreto nº8 del Ministerio de Salud reconozca las especialidades farmacéuticas y a CONACEF como ente certificador, para ello, el organismo que actualmente agrupa al Colegio de Químicos-Farmacéuticos de Chile A.G., la Academia de Ciencias Farmacéuticas de Chile, la Sociedad Chilena de Laboratorio Clínico y Forense, la Sociedad Chilena de Farmacia Asistencial, la Universidad de Chile, la Universidad de Concepción, la Universidad de Valparaíso y la Universidad Austral de Chile, trabaja en dos objetivos concretos: actualizar la documentación requerida por el gobierno central para validarse a sí misma y preparar las Normas Técnicas Operativas (NTO) cuyo resultado serán las pautas de certificación para profesionales farmacéuticos, reconociendo de esta forma su experiencia o títulos recibidos en el extranjero. Sumado a esto, se espera el florecimiento de distintos  programas de especialidad en las diferentes Universidades de Chile.

“Esto impactaría en la carrera funcionaria (de los químicos farmacéuticos), también impactaría en la posibilidad de formación continua, por ejemplo, habría cursos a los cuales sólo los especialistas pudieran optar, y habría un reconocimiento y una visibilización pública.”, enfatizó Ruiz.

En este caso particular, el académico insiste en que es clave esta validación pues lo importante es normar las competencias de los profesionales, y de la misma forma ellos pueden hacer y mejorar una carrera profesional en el sistema público.

“Hasta ahora hay una formación in situ de los especialistas. Un farmacéutico es contratado por un servicio de salud, un hospital, actualmente en los servicios de salud municipal, sin una especialidad en el área y se tiene que formar en la práctica, gracias a la labor de otros colegas que están en ese momento y eso implica riesgo y costos que tienen que ser abordados de una manera no formalizada. Es un riesgo sanitario finalmente, porque una persona tiene que entrar a realizar una labor compleja desde un punto de vista profesional para lo cual sería conveniente tener una especialización y no la tiene”, recalcó el docente.

Estos objetivos se han estado trabajando en paralelo obteniendo avances considerables, particularmente en las reuniones extraordinarias realizadas en febrero pasado en la ciudad de Valdivia, por ello a ojos de Ruiz, faltaría la voluntad política de materializar las modificaciones al marco legal existente.