Premio Investigador Joven 2015: Entrevista a Dr. Alexandre Corgne
Intimidado por un letrero escrito a mano que dice “No molestar, Profe Bravo” me acerco a la oficina del Dr. Alexandre Corgne, investigador del recientemente creado Instituto de Ciencias de la Tierra y también reconocido como Investigador Joven 2015.
Hubo un llamado telefónico previo anunciando mi visita para realizar esta entrevista, al llegar, dos alumnos en típica actitud de mediados de diciembre “consultando acerca de una nota”, al desocuparse, el Dr. Corgne inmediatamente me invita a pasar a la sala de reuniones (cerrando ágilmente su puerta) porque a diferencia de la oficina de “otro colega” (ver descripción en entrevista a Sourya Ray), la de él sí estaba muy desordenada puntualizó al saludarme.
Al conversar previamente, deja entrever una infinidad de intereses, que van desde “lo terrenal a lo espacial” por decirlo de alguna forma, quizás para entrar en sintonía deberíamos recordar la película Armagedón, si ese fuera el caso, estoy seguro que en lugar de hacer estallar el asteroide, traería una muestra a su laboratorio y no sería una película con un final muy popular.
Este geólogo francés se integró a la Facultad de Ciencias el año 2012 colaborando en la creación de la carrera de Geología en la UACh. Sus intereses investigativos están enfocados al estudio del origen y evolución química de las zonas más profundas del planeta Tierra (núcleo y manto) y de otros cuerpos planetarios telúricos como los asteroides, Marte y la Luna, por ello y dado lo especial de las condiciones del interior de estos cuerpos, utiliza una combinación de métodos donde realiza análisis químicos de muestras naturales (meteoritos y muestras superficiales) y experimentación a alta presión y alta temperatura sobre muestras sintéticas.
En este mismo contexto, a tres años de su llegada, el Dr. Corgne ha participado en la contratación de investigadores, supervisado la adquisición de equipos y materiales dedicados a la docencia, organizado diversas actividades de vinculación con el medio y se ha adjudicado proyectos para la investigación, los cuales a la fecha le significaron esta versión del Premio al Investigador Joven.
¿Como recibes este premio?
Siempre es bueno recibir un premio, yo lo veo como una oportunidad de mostrar lo que estoy haciendo o lo que estoy tratando de hacer aquí en la universidad. Es una oportunidad para mostrar mi trabajo y quien soy.
¿Y cuál es ese trabajo?
Llegué aquí el 2012 con el proyecto de creación de la carrera de geología, de verdad comenzamos casi de cero en mi disciplina, estaba Mario Pino y otros colegas haciendo geología en ciencias de la tierra, pero era “pequeña” la actividad sobre la cual crear toda esta estructura administrativa y poder hacer lo que queremos hacer con todo el grupo de colegas en el instituto de Ciencias de la Tierra. Mi dedicación al inicio era mucho trabajo de administración y de gestión como director de escuela, ahora que eso funciona podemos comenzar a hacer un poco más de ciencia ¡ahora viene la parte divertida del trabajo! Postulamos a proyectos FONDECYT, tengo un proyecto de investigación vigente, también postulamos a un proyecto FONDEQUIP -que ganamos-, eso nos ha permitido instalar un laboratorio y hacer ciencia. Estamos en una etapa un poco distinta quizás a otros colegas premiados que ya tienen instalado su laboratorio, etc. Es un poco irónico quizá ganar un premio de joven investigador, porque ésta es la parte de mi vida donde he hecho menos investigación, aunque por este megaproyecto de gestión administrativa y creación de laboratorio de una manera indirecta estoy haciendo algo por la investigación a futuro.
Y respecto a esa investigación, ¿Cuáles son tus lineamientos?
Mi línea de investigación se ha enfocado principalmente al estudio de la profundidad de la Tierra, el núcleo, el manto; cosas bien profundas, miles de kilómetros al interior del planeta, con mecanismos indirectos de estudio, porque no podemos ir dentro del planeta, -solamente en las películas podemos ir al medio del planeta-, son métodos de experimentación en laboratorios con prensa de alta presión, hornos de alta temperatura, para recrear las condiciones del interior de los planetas, es como cocinar, es un trabajo bien manual, -no hay que comer lo que estamos cocinando por supuesto- pero hay que cocinar esta muestra para ver qué transformaciones ocurren, qué tipo de minerales nuevos se forman, qué tipo de composición tenemos, etc., eso es lo que he hecho en los últimos 10 ó 15 años. Después aplicamos las mismas técnicas a otro tipo de cuerpos planetarios como Marte, La Luna y asteróides, para explicar un poco su formación y composición.
Desde mi llegada a Chile, la verdad es que sigo aplicando el mismo método de experimentación en el laboratorio, y quiero enfocarme en temas más relacionados a la geología regional de Chile, el contexto de formación de la cordillera volcánica; el contexto de zona de subducción, donde una placa tectónica pasa por debajo otra placa continental que es la sudamericana; entonces con todo ese contexto geológico bien especial que generan volcanismo en la cordillera, que genera otro tipo de sismos que conocemos; me interesa la parte de geoquímica o composición de materiales en esa zona de subducción, ya sean lavas que llegan a la superficie o rocas que se forman en la profundidad (a unos 100 kilómetros de profundidad). Esa es mi proyección a corto y mediano plazo, es ver más temas geológicos a nivel regional.
¿Para allá tiende a ir geología aquí en la universidad?
Hay que separar bien lo que es investigación de la capacitación profesional, yo hago cosas que la mayoría de mis estudiantes acá no van a ver en términos de capacitación profesional, lo que queremos es formar geólogos en todo el ámbito posible de desempeño profesional en Chile. La minería es algo muy fuerte, eso no hay que descartarlo; pero también hay búsqueda y explotación de recursos hídricos, eso es importante para el norte, donde hay pocas fuentes de estos recursos; en el sur es importante el tema de la calidad del recurso; también usos energéticos como lo geotermia, que es otro aspecto donde un geólogo tiene que participar, de la geotermia se dice hace rato que es la energía del futuro -y el futuro es ahora- y no se ha desarrollado porque faltan expertos en ese ámbito; y todo el tema ambiental, que es un poco nuevo, pero creo que ahí nosotros en el sur tenemos mucho que hacer, en la UACh en particular, ahí generalmente hay un rol a jugar, hay manejo, prevención, mitigación de riesgos geológicos como las erupciones volcánicas, sismos, inundaciones, tsunami, etc., y también hay protección del medio ambiente en el sentido de lo que es planificación territorial, lo cual debería ser ordenado, no se puede construir cualquier puente en cualquier lugar, cualquier túnel en cualquier lugar; represas, por ejemplo los proyectos de represas en el sur, ahí no estamos seguros realmente si es factible hacer estas represas porque la propia mecánica de los suelos y subsuelos quizá no es adecuada, ahí faltan expertos también, nuestros estudiantes tienen un campo de posible de desempeño en toda esa área, eso no tiene nada que ver con formación de planetas, tampoco hay mucho que ver con subducción que es una parte más bien de ciencia básica. Pero como tenemos el sueño de hacer un programa de doctorado, ahí vamos a capacitar a algunos estudiantes a nivel un poco más alto en especialidades como la nuestra, como la mía en petrología experimental o también en la de los otros colegas geólogos de la Universidad.
Tengo una duda, ¿cómo le puedo explicar a una persona lo que tu haces?
Es cultura, la ciencia básica en forma general quizás no tiene una aplicación a corto plazo, como decían otros colegas va a tener una aplicación a mediano o largo plazo, para mí no importa si hay una aplicación o no, el interés es entender cómo funciona o cómo ha evolucionado el sistema solar… Es cultura… Exactamente por curiosidad. Hay prioridades, el financiamiento no viene para cultura, sino que para algo aplicado que quizás es más importante, pero al final ¿quién decide qué es más importante? La pregunta es: ¿es bueno tener cultura?
Si obviamos los recursos, la infraestructura y todos esos factores que inciden el qué estudiar… ¿Dónde quieres llegar? o ¿qué quieres saber?
Es una pregunta fácil y difícil al mismo tiempo, idealmente… Si llegamos a la respuesta no tengo nada más que hacer, (risas) ese es el tema del investigador, si encuentra la solución a su problema no tiene más “pega”… Siempre hay algo que no se sabe, cada vez vamos progresando en el descubrimiento de ideas. Hay mucho problema pendiente en geología en particular, como el origen de la Tierra, todavía no sabemos cuales son los materiales que formaron el planeta, a pesar de tener un montón de datos superficiales, tenemos una idea pero no lo tenemos claro; tampoco sabemos muy bien su estructura profunda, hay millones (y hablamos de plata) que van a la exploración “espacial” si un pedazo de ese financiamiento se consagrara a construir un tipo de sonda que pueda ir a la profundidad de la tierra, es una idea un poco loca, pero quizá sea factible saber que hay dentro, más que saber lo que hay en el espacio, sería bueno saber que hay bajo nuestros pies, conocemos mucho más la superficie de la luna, que lo que hay a 50 kilómetros bajo nuestros pies. A mí me interesa más ese aspecto, de evolución, cómo ha cambiado la cosa en el tiempo. Que lo que ahora está a 50 kilómetros bajo nuestros pies quizá no estaba hace un par de millones de años atrás.
O sea te gusta más el planeta tierra que lo que está afuera, Luna, Marte, asteroides…
De todo, la ventaja de trabajar sobre otro cuerpo planetario es que hay muchos menos datos, entonces es mucho más especulativa la ciencia, podemos soñar o pensar, un proceso mucho más diverso, mucho menos limitante, eso es lo bueno, hay más espacio abierto para decir cosas locas, pero la suerte que tengo es que yo soy experto en petrología experimental y se puede aplicar al estudio de formación de las rocas en cualquier ámbito, en cualquier condición, sea de profundidad o más cerca de la superfície, en la tierra, otro planeta, es como tener una cocina donde puedo cocinar un postre o cualquier cosa, esa es un poco la idea, es bueno tener variedad, me gusta la idea de poder hablar de la formación de lavas en el Cordón Caulle y al mismo tiempo hablar núcleo en el asteroide Vesta, cosas así, es bien entretenido mi campo.
¿Dónde te ves en el futuro, sigues acá?
Mi idea es quedarme en Chile, me gusta mucho Chile, además es el paraíso de los geólogos, yo le digo a mis estudiantes a la gente que quiere postular a la carrera también, me miran un poco raro acá dicen “qué está haciendo un francés aquí en Chile, ¡le está robando la pega a los chilenos!”, pero es un lugar ideal para hacer geología con todos estos volcanes, sismos, la minería, los yacimientos espectaculares que hay acá, realmente es un paraíso, para un geólogo es un lugar ideal. Luego la gente, el paisaje, la cultura, Valdivia me gusta mucho, mi esposa chilena, eso ayuda a quedarme acá…
¿Te viniste por amor o por geología?
(Risas) Los dos yo creo, pero se da un contexto que siempre fue complicado encontrar trabajo para mí y mi esposa en el mismo lugar, pasamos por varios continentes, nos encontramos en Inglaterra, fuimos a Estados Unidos, Australia, después de vuelta a Francia y era complicado tener un trabajo a largo plazo y tuvimos esta oportunidad en Chile, funciona hasta la fecha y estamos felices acá con familia y todo. Bien, bien contento aquí.
¿Por qué tu puerta dice profesor bravo? ¿Te vienen a pelear las notas?
(Entre risas) Los estudiantes típico que me molestan… Es una broma, sucede que nunca he definido horario para que los estudiantes vengan, la idea es que ellos vengan cuando puedan o cuando verdaderamente lo necesitan, pero algunas veces estaba muy ocupado con otra cosa, del proyecto FONDEQUIP y puse ese letrero y se quedó ahí… Pero no voy a morder a nadie acá.
Es así como junto con agradecerle su tiempo al Dr. Corgne, le solicito una fotografía para ilustrar esta entrevista, así que amablemente le pido entrar a su oficina.